Los cuadros son obras de arte que merecen ser realzadas al máximo, también mediante una correcta iluminación. En este artículo, exploraremos algunos consejos sobre cómo iluminar mejor sus cuadros y hacer que se destaquen en su hogar.
- La fuente de luz adecuada. La luz natural siempre es mejor, así que, si es posible, coloca tus cuadros cerca de ventanas o puertas que dejen entrar la luz del sol. Si la luz natural no es suficiente, puedes recurrir a la luz artificial. En este caso, elige una fuente de luz cálida, como una lámpara incandescente, para evitar que la luz fría interfiera con los colores del cuadro.
- La ubicación de la fuente de luz. Es fundamental iluminar adecuadamente tus cuadros. Para iluminar un solo cuadro, puedes utilizar una lámpara de mesa o un aplique. Sin embargo, si quieres iluminar una galería de cuadros, puedes instalar una tira de luces LED en la parte superior de la pared o utilizar focos empotrados para cada cuadro individual.
- La intensidad de la luz. Si la luz es demasiado brillante, puede reflejarse en la superficie de la pintura y perturbar la visión de la obra de arte. Por el contrario, si la luz es demasiado tenue, es posible que no mejore la imagen como debería. Luego ajusta la intensidad de la luz según las necesidades del cuadro y de la habitación.
- Evitar la exposición Deje sus cuadros expuestos a la luz solar directa u otras fuentes de luz intensa durante mucho tiempo. Esto se debe a que la luz puede dañar los pigmentos del lienzo y hacer que los colores se desvanezcan. Además, evita utilizar productos limpiacristales sobre la superficie de la pintura, ya que pueden dañar la pintura.